Pequeño pájaro perteneciente a la familia de los carádridos, en la que se incluyen también los vuelvepiedras, los chorlitejos y avefrías. Los chorlitos tienen un cierto parecido con los correlimos, que pertenecen a la familia de los escolopácidos. Poseen
largas patas, alas alargadas y puntiagudas, cuello y cola cortos. Su cuerpo es más bien rechoncho. El pico es completamente diferente del de los Correlimos y agachadizas, ya que es relativamente corto, parecido al de la paloma y un poco ensanchado en la punta. Estos rasgos, no obstante, sólo son perceptibles para un observador muy próximo. Los chorlitos se desplazan rápidamente sobre el suelo, moviendo sus patas con agilidad y avanzando como a «empujoncitos», lo que les da apariencia de pequeños juguetes mecánicos.
Depositan sus huevos sobre el suelo: a veces en la superficie, dentro de una pequeña depresión dél suelo, otras entre los guijarros y algas, en algún lugar protegido u, ocasionalmente, en una oquedad de un lecho de musgo tapizada negligentemente por los padres con hojas o hierbas. Uno de los miembros más comunes de la familia es el chorlito de Virginia, que pone sus huevos, puntiagudos y moteados, en un hueco de algún pastizal antiguo o en un terreno labrado y, menos frecuentemente, en la orilla de un lago o charca. Los huevos de esta y otras especies son comúnmente muy puntiagudos por un extremo, lo que motiva que rueden sobre sí una y otra vez describiendo un pequeño círculo, cuando el viento los empuja dentro de su nido desprovisto de protección. Están tan manchados y moteados que son casi invisibles entre la grava, las piedras o las hojas. Los nidos de los chorlitos son difíciles de encontrar.
