La primera acepción de "colores complementarios" se refiere a dos luces que, cuando se mezclan, producen luz blanca. Por ejemplo, si mezclamos una luz roja y una luz verde, obtendremos luz blanca.
También se llama "colores complementarios" a los colorantes que, al mezclarse, dan como resultado el gris o el negro. Por ejemplo, si mezclamos pintura negra con pintura blanca, obtenemos un color gris.
Es importante destacar que los colores complementarios de los colorantes no son necesariamente los mismos que los de las luces que sumadas dan blanco. Los colores de las luces y de los colorantes suelen ser diferentes.
El concepto de colores complementarios se utiliza mucho en la clasificación de colores y colorantes, y en la descripción de las aplicaciones del color. Es una forma de entender cómo interactúan los colores y cómo podemos mezclarlos para obtener diferentes tonalidades.
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