(161-92). Emperador romano, hijo y sucesor de Marco Aurelio. Vanidoso y libertino en extremo, dio un decreto deificándose con el nombre de Hercules Romanus, alusivo a sus hazañas en el circo, en que gustaba de luchar con gladiadores mal equipados para vencerlos en desigual combate. Se dice que participó personalmente en más de 700 de estas luchas. Condenó a muerte a su esposa Crispina y a casi todos los que descollaron por su carácter o habilidad en el Gobierno. Universalmente aborrecido, fue objeto de numerosos atentados hasta que, finalmente, fue estrangulado por el atleta Narciso, al que animó toda la concurrencia, entre la que se encontraba la amante del emperador Marcia. El senado mandó arrojar su cadáver al Tíber.
Actualizado: 27/10/2015
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