Figura de delito que consiste en la privación transitoria de libertad a un individuo por un particular fuera de los casos y circunstancias requeridas por la ley. Supone un gravísimo atentado a la libertad personal y todas las legislaciones castigan estos hechos con mayor o menor rigor, por constituir la libertad en sí un derecho primario reconocido al ciudadano por todas las Constituciones o leyes fundamentales de cada nación.
El delito se agrava cuando el encierro o detención dura mucho tiempo (veinte días en algunas legislaciones, como la española), si se realiza con simulación de autoridad, si se causan vejaciones o lesiones al detenido o se exige rescate para obtener su libertad y si el que la lleva a cabo actúa con armas u otros medios peligrosos. Si la detención se realiza ilegalmente por un funcionario que obra en el ejercicio de sus funciones constituye un delito distinto.