El don de gentes es una cualidad especial que algunas personas tienen para relacionarse de forma natural y agradable con los demás. Se caracteriza por generar empatía y simpatía, facilitando la comunicación y la creación de vínculos positivos. Quienes poseen este don destacan por su amabilidad, cortesía y respeto, creando un ambiente acogedor. Su habilidad para escuchar y comprender a los demás les permite conectar de manera auténtica, generando confianza y lealtad en su entorno.
m. Conjunto de gracias, atractivos y prendas (cualidades morales) con que una persona atrae las voluntades de los demás; donosura, donaire, gracia.
El don de gentes es una cualidad innata que algunas personas poseen y que les permite relacionarse de manera natural y agradable con los demás. Se caracteriza por la capacidad de generar empatía y simpatía en las personas, facilitando así la comunicación y el establecimiento de vínculos fructíferos.
Una persona que posee el don de gentes se destaca por su amabilidad, cortesía y respeto hacia los demás. Su trato es afable y cordial, lo que hace que las personas se sientan cómodas a su lado. Además, su habilidad para escuchar y comprender a los demás les permite conectar de forma profunda y genuina, generando confianza y lealtad.
El don de gentes también implica tener una actitud positiva y optimista, contagiar alegría y entusiasmo en los demás. Estas personas suelen ser carismáticas y estar rodeadas de energía positiva, lo que provoca que otros se sientan atraídos hacia ellas y deseen estar cerca.
Además, el don de gentes implica tener habilidades sociales desarrolladas, como la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones y personas, ser asertivo en la comunicación, tener empatía y saber ponerse en el lugar del otro. Estas habilidades permiten construir relaciones sólidas y duraderas, basadas en la confianza y el respeto mutuo.
♦ La variante «don de gente» no se encuentra en el diccionario de la RAE, aunque actualmente es más empleada¹.
Ejemplos de uso: "el hombre estaba dotado de una amabilidad tal y un don de gentes sin igual, que atraía a las multitudes".
"Poseer el llamado don de gentes es una fortuna que no está al alcance de todo el mundo. Conquistar voluntades es más difícil que conquistar reinos", El Gráfico - 1912
"de inmediato nos dimos cuenta que estábamos en presencia de una persona con «don de gentes»".
"Era un hombre con don de gentes, buen comunicador, siempre con la sonrisa puesta y la alegría en los bolsillos para sacarla en el momento más inesperado", Aprende a comunicar: Utiliza tu energía, Sonia González Álvarez - 2014
