El color afecta poderosamente las emociones humanas. El efecto emocional depende tanto del objeto sobre el cual se aprecia un color como del color en sí. Por esta razón no se han podido formular reglas sencillas para la aplicación del color, salvo en casos de poca importancia. Aunque la elección del color apropiado para conseguir un efecto determinado continúa siendo un arte en el verdadero sentido de la palabra, es un arte que puede ser comprendido por muchos para quienes las artes del dibujo o de la pintura constituyen un misterio. Lo primero que se debe hacer es decidir cuál es el efecto deseado y luego, con la práctica y con la ayuda de muestras de color correctas, no es difícil dar con los colores más apropiados. Véase Estética.