v. t. Guisar en una sartén con aceite y manteca. Ejemplo: freír patatas.
Fam. Fastidiar, desesperar, mortificar insistentemente. Ejemplo: me frieron a preguntas.
Fig. Al freír será el reír, no se puede dar una causa por ganada hasta el último momento.
Estar frito, estar en situación difícil.
Fam. Mandar a freír espárragos, mandar con viento fresco.
V. pr. guisarse en una sartén.
Freírsela a uno, engañarle.
Origen etimológico de freír: proviene de la palabra latina frigere, del protoindoeuropeo (lengua madre de las lenguas indoeuropeas) *bʰer-. Comparar el catalán fregir, el francés frire, el gallego frigir, el italiano friggere, el portugués frigir o el occitano frir
Segundo diccionario: freír
Origen de la palabra: (latín frigéré.)
tr. Someter un manjar crudo a la acción del aceite o grasa hirviendo hasta que esté en disposición de poderse comer.
fig. Molestar de manera pesada e insistente. Sus chistes me tienen frito.
Al freír será el reír, y al pagar será el llorar, ref. que censura al que da por seguro lo que es ilusorio o contingente, u obra sin previsión y sin tino.
Echar, o mandar a uno a FREIR espárragos. frs. figs. y fams. Despedirle con desprecio y enfado.
• « La harina de maní es una de las armas eficaces y de bajo costo con que cuentan los expertos para combatir la malnutrición. Pero además es un excelente elemento culinario. Mezclada con harina de trigo sirve para la preparación de una buena pasta de freír. »
• « Los otros trozos - colas, aletas y todo - se freían con trozos de patata, muy salados, y se envolvían en el ahora barato periódico. El resultado fue la primera comida rápida grasienta, barata y salvajemente popular del mundo, el "fish and chips". » (de freír | conjugación)
• « En aquella época, en Europa se necesitaban las ballenas por su aceite (alumbrado público, para freír alimentos, para engrasar instrumentos), por lo que la industria ballenera en Nueva Zelanda tuvo un gran éxito. El primer barco ballenero, el William Ann, estaba en aguas neozelandesas hacia 1791-92, y muchos barcos balleneros llegaron a Nueva Zelanda hacia el año 1800, la mayoría de ellos británicos, estadounidenses o franceses. Incluso algunos maoríes se unieron a las tripulaciones balleneras para vivir nuevas experiencias. »