Hollar es un verbo que puede tener diferentes significados. En primer lugar, se refiere a la acción de pisar o aplastar algo con el pie. También se utiliza para describir la acción de profanar un lugar sagrado al pisarlo de manera irrespetuosa. Por último, se emplea en un sentido figurado para indicar la acción de humillar a alguien, rebajando su dignidad o tratándolo con desprecio.
En esta acepción, "hollar" se refiere a la acción de poner el pie sobre algo, ejerciendo presión con el fin de aplastar o marcar el lugar donde se pisa.
Es sinónimo de pisar, caminar sobre algo con los pies.
Ejemplos de uso: "Los niños disfrutaban hollando las hojas secas en el parque".
"Debes tener cuidado al hollar el suelo resbaladizo para evitar caídas".
En este contexto, "hollar" adquiere un matiz negativo al referirse a la acción de profanar o deshonrar un lugar sagrado o respetable al pisarlo de manera irrespetuosa o sacrílega.
Implica una falta de respeto hacia un espacio considerado como sagrado o intocable.
Ejemplos de uso: "Los invasores hollaron el templo ancestral durante la guerra".
"No debemos hollar este lugar sagrado con nuestros zapatos".
En esta tercera acepción, "hollar" se utiliza en un sentido figurado para indicar la acción de rebajar, menospreciar o deshonrar a alguien, causándole vergüenza o menoscabo en su dignidad.
Se refiere a la acción de tratar a alguien con desprecio.
Ejemplos de uso: "No permitiré que nadie me holla y me trate como inferior".
"Su actitud arrogante solo busca hollar a los demás y elevarse por encima de ellos".
Origen etimológico de hollar: proviene de follar
Segundo diccionario: hollar
Origen de la palabra: (latín fülláre, pisar.)
tr. Pisar, comprimir una cosa poniendo sobre ella los pies.