El color de las mercancías que se exhiben con un fin comercial debe escogerse cuidadosamente por el efecto que produce, especialmente cuando el comprador ha de elegir entre un grupo de artículos similares. El color debe ser adecuado al material que se trata de vender, ha de atraer la atención del comprador y crear en él un deseo de adquirirlo. En las diversas secciones de un gran almacén puede conseguirse el efecto adecuado a sus actividades particulares si se escoge acertadamente el color de su decoración y la naturaleza, intensidad y color de la iluminación Si las paredes que rodean a un espejo empleado para probarse sombreros son de un color verde pálido, por ejemplo, el contraste simultáneo entre la pared y el rostro reflejado hace que éste aparezca algo más sonrosado que lo normal.