Un motor adiabático es aquel que no emplea refrigeración y que disminuye el intercambio de calor con el medio exterior, aumentado así la eficiencia en el consumo del combustible.
Cuando un motor emplea refrigeración, disminuye la temperatura y, por lo tanto, su rendimiento (eficiencia). En el motor adiabático, la idea es eliminar al refrigeración para trabajar con temperaturas más altas e incrementar así su rendimiento. Esto sigue el principio del ciclo de Carnot: cuando en un motor térmico las diferencias entre el foco frío y el foco caliente aumentan, a su vez se incrementa la cantidad de energía que se convierte en energía útil en lugar de convertirse en calor.
El problema de trabajar sin refrigeración es la debilitación de los materiales (especialmente el metal) a altas temperaturas.
Otra ventaja de un motor adiabático es el ahorro en refrigeración.