Ejemplo de uso: "El alma del pecador se mantiene manchada, sin gracia, en estado de pecado permanente, hasta que el desorden se restaura por penitencia. Este estado es llamado pecado habitual".
Según otra fuente, el pecado habitual no implica necesariamente un hábito vicioso o repetitivo de un pecado, sino que es un estado constante de aversión de Dios hasta que sea eliminado por los métodos que la religión indique.