Tres amplias regiones naturales se distinguen en Birmania: las montañas que la rodean por el N, O y E, la meseta Shan, en la zona oriental, y el fértil valle del Irauadi, en el centro. Las montañas septentrionales son una continuación de la gigantesca cordillera del Himalaya. La cadena occidental incluye de N a S los montes Naga, Patkai, Manipur, Chin y Arakan Yoma; en el N se encuentran cumbres de más de 4500 m; los abruptos montes Chin alcanzan su punto culminante en el monte Victoria (3052 m). A lo largo de los límites orientales de Birmania se hallan las montañas Kaolikung, Tanen Taunggyi y la cordillera Tenasserim. Estas alturas orientales alcanzan su máxima elevación en el N, donde hay cimas de cerca de 4000 m, pero descienden hacia el S a alturas del orden de los 2100 m. La meseta Shan, que constituye la Birmania oriental, consiste en una altiplanicie desgastada con una elevación media algo superior a los 900 m. La parte central del país está recorrida por el valle del Irauadi, que junto con los del Chindwin y Sittang contiene la mayor parte de la población y de las riquezas agrícolas del país. Las cuencas del sistema fluvial del Irauadi forman una extensa región de tierras bajas, interrumpidas por montes poco altos, espaciados, entre los que destaca el Pegu Yoma, entre el bajo Irauadi y el Sittang.