El valor de las buenas gemas depende de su pureza, diafanidad, peso y color.
El valor aumenta más que proporcionalmente al peso de la piedra. Un diamante de 2 quilates vale dos veces y media más que uno de 1 quilate. Los diamantes rojos y azules son raros y valiosos. El mejor diamante oscuro conocido fue propiedad de la Corona rusa.