Los principales yacimientos diamantíferos están situados en la India, Brasil y África del Sur. Muchos de los mayores diamantes del mundo se han encontrado en las arenas y gravas de los valles fluviales de la región de Golconda (India). Los centros diamantíferos de la India mantuvieron su producción hasta finales del siglo xix. A mediados del siglo xviii se descubrieron depósitos de diamantes en pizarras areniscas y esquistos micáceos del Brasil; en 1867 tuvo lugar su hallazgo en África del Sur, que ha llegado a ser la región productora más importante del mundo. Aquí los diamantes se encuentran en arenas, gravas y en oquedades o embudos profundos aglomerados de «blue ground» (marga azul), roca volcánica blanda. Los principales centros sudafricanos están en Kimberley, Barkley West, Jagersfontein, Boshot, Kroonstad y Theunissen.
Cuando los diamantes se encuentran en las arenas de los ríos o en derrubios glaciales, se recuperan mediante un simple proceso de lavado. La mayor parte de las gemas empleadas por los joyeros procede de las margas azules, principalmente de las minas de Kimberley, en Sudáfrica. Para extraer esta tierra se horadan pozos a través de estratos rocosos hasta 800 m de profundidad y se abre una serie de túneles a diferentes niveles. El mineral arrancado se transporta en vagonetas hasta los pozos y por los montacargas es izado a la superficie. Aquí el material se extiende al aire libre, donde se orea aproximadamente un año y después se lava en una serie de recipientes giratorios, provistos de dientes que desmenuzan los terrones. Los materiales ligeros se eliminan por el lavado y los concentrados, que contienen los minerales pesados, se colocan sobre paneles vibrantes inclinados recubiertos de grasa. Los diamantes se adhieren a ésta y los demás materiales son arrastrados por el agua. Los residuos del lavado se examinan cuidadosamente para cerciorarse de que no se han deslizado diamantes.
En 1908 se descubrieron diamantes en el África Occidental Alemana, cerca de Lüderitzbucht, en una capa superficial de arena pedregosa, en lugares fuertemente concentrados por la acción del viento. La mayor parte de los cristales encontrados en esta zona fueron pequeños. La producción de 1926 fue de unos 515000 quilates.
En los Estados Unidos se han encontrado diamantes en los derrubios glaciales al S de los Grandes Lagos. También se han extraído de meteoritos hallados en el Cañón del Diablo en Arizona, en los Urales y en México.
