Definición de ametralladora

1. adj. Dícese de las armas que disparan por ráfagas.
   
   Ejemplo de uso: "fusil ametrallador".
2. f. Arma automática de pequeño calibre (inferior a 20 mm) que dispara los proyectiles muy rápidamente y por ráfagas.
   
   Una ametralladora es un tipo de arma de fuego automática diseñada para disparar una gran cantidad de balas en poco tiempo.
   
   Generalmente se utiliza en el campo de batalla o en situaciones de combate, donde se requiere un alto volumen de fuego para suprimir al enemigo.
   
   Las ametralladoras pueden ser portátiles o montadas en vehículos, aviones o barcos. Son armas muy poderosas y eficaces, pero también peligrosas y de uso controlado en la mayoría de los países.
   
   
   Origen etimológico de ametralladora: proviene de ametrallar.

Origen de la palabra: (De ametrallar.)


f. Máquina de guerra que dispara muy rápidamente proyectiles de fusil.
—antiaérea. La que se halla especialmente acondicionada para disparar sobre los aviones en vuelo. Ver: ametralladora antiaérea
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2º artículo

1. La ametralladora puede describirse como un arma automática que, merced a un perfecto sistema de refrigeración por agua o aire y a la estabilidad de su montaje, es capaz de sostener un fuego preciso y prolongado con una cadencia de tiro de 150 o más disparos por minuto, sin que se produzca un aumento de dispersión que suponga riesgo de las tropas propias sobre cuyas cabezas puede dirigir sus proyectiles. Sus características más sobresalientes son: 1) un ajuste fijo que: a) elimina la ecuación personal; b) permite agrupar los disparos; c) hace posible el fuego por encima de las tropas propias; d) da aproximadamente el mismo resultado en instrucción que en el frente, y e) ayuda a apuntar y disparar de noche; 2) rápida producción de un gran volumen de fuego; 3) reducido frente y poca altura, aspectos que: a) son valiosos en lugares angostos; b) permiten aprovechar como protección cualquier accidente del terreno; c) aumentan grandemente la utilidad del arma en las avanzadillas, especialmente de noche, y d) ofrecen poco blanco al enemigo en comparación con su potencia de fuego; 4) rotación completa, que le permite batir rápidamente en cualquier dirección los objetivos que se coloquen a su alcance.
   
   Las actuales ametralladoras son el resultado de una serie de inventos iniciados en 1860, aunque, a decir verdad, desde la aparición de las armas de fuego no escasearon los intentos de fabricar armas de esta clase. El modelo más antiguo de ametralladora, el ribadoquín o cañón-órgano, consistía en un conjunto o agregado de cañones de mosquete.
   
   
   Historia. La primera ametralladora de resultados prácticos fue la inventada por Richard J. Gatling, de Chicago, en 1862. Constaba de seis cañones colocados alrededor de un eje central y funcionaba haciendo girar el conjunto por medio de un manubrio. Algunas armas de este tipo se emplearon en la Guerra de Secesión norteamericana y en la ruso-turca.
   
   Por la misma época apareció la mitrailleuse, inventada en Bélgica, consistente en un conjunto de 25 cañones en uno de sus tipos y de 37 en otro, que se diferenciaba en principio de la Gatling en que tales cañones no giraban. El mecanismo funcionaba de modo qúe todos los cañones dispararan al mismo
   
   tiempo. Esta ametralladora fue empleada por Francia en la Guerra de 1870.
   
   Seguidamente aparecen la Gardner y la Norden-feldt, cuya característica más sobresaliente, en relación con las anteriores, era el reducido número de sus cañones, aunque para dispararlos había que recurrir todavía al manejo de un manubrio o palanca.
   
   En 1883 ideó Sir Hiram Maxim la primera ametralladora automática, invento que tuvo de notable el que desde sus comienzos resultó prácticamente perfecto y respondió plenamente a las exigencias de su inventor. El arma original pesaba 30 kg con el depósito de agua vacío. Se basaba en el principio de un solo cañón instalado de modo que a cada disparo retrocedía un punto sobre el montaje y estiraba un muelle que, al cesar el retroceso, hacía volver el cañón a la posición de fuego. El doble movimiento de retroceso y avance expulsaba el cartucho vacío y cargaba otro nuevo.
   
   Al poco tiempo de inventar Maxim su ametralladora automática hidrorrefrigerada de un solo cañón, que aprovechaba el retroceso para su funcionamiento automático, el inventor francés Hotchkiss lanzaba su ametralladora automática aerorrefrigerada, que utilizaba los gases que se producen en el disparo para el funcionamiento automático. La nueva arma fue adoptada por Japón y Francia.
   
   Muy análoga a la de Maxim es la de Schwarzlose, adoptada por el Ejército austriaco, con su sistema de refrigeración por agua y su alimentación por cinta de 250 cartuchos.
   
   La mayoría de los ejércitos han empleado los siguientes tipos de ametralladora y fusiles ametralladoras: Gatling, Maxim, Benet-Mercie, Colt, Lewis y Browning.
   
   La Maxim (Vickers) y la Browning se refrigeran por agua; la Lewis, por aire. Las principales mejoras introducidas en las ametralladoras desde 1919 se refieren a sus características balísticas y su aumento de tamaño y calibre. Se ha buscado perfeccionar los métodos de alimentación y se ha tendido a su simplificación para evitar dificultades mecánicas. Todas las naciones han preferido trabajar sobre ametralladoras de refrigeración por aire, dados los inconvenientes que presentan las de agua.
   
   Durante la I Guerra Mundial la ametralladora constituyó la principal arma ofensivo-defensiva de la aviación, pero, al mismo tiempo, su amenaza más seria, al ser utilizada en la defensa antiaérea. Durante la guerra se inventó la sincronización del fuego del arma a través de la hélice. El calibre más extendido fue el 7,62 mm. Después de la guerra se fabricaron en muchos países ametralladoras de calibre 12,40 mm o superior, en especial para la defensa antiaérea, el equipo de los carros y la lucha contra ellos.
   
   En la II Guerra Mundial se empleó la ametralladora profusamente como arma clásica de tierra en los mismos calibres que en la anterior contienda. Además, ligeramente modificada, fue utilizada ampliamente por ingleses y alemanes en la lucha antiaérea. Después de la conflagración se ideó y perfeccionó una ametralladora de 15,24 mm. Por su parte, la Marina norteamericana empleó las de 20 mm en montajes simples o dobles accionados a mano tanto para la elevación como para la dirección, y las de 40 mm, generalmente en montajes dobles, aunque en las grandes unidades se utilizaron en montajes cuádruples accionados eléctricamente. Las ametralladoras de 40 mm demostraron su eficacia como armas antiaéreas a distancias cortas. Las de 20 mm se revelaron bastante eficaces contra los ataques de los aviones suicidas japoneses. Los acorazados iban dotados de 10-16 montajes cuádruples de 40 mm y 20-25 montajes simples o dobles de 20 mm. Los cruceros, portaviones, transportes, destructores y auxiliares llevaban menor número de estas armas. Véase Antiaérea, Defensa.
   
   Para más información ver: bocas de fuego.

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