Definición de antena de telecomunicaciones

1. Dispositivo utilizado en radio y otros sistemas electrónicos para convertir energía eléctrica en radiación electromagnética y viceversa. En la estación transmisora la señal de salida, en forma de corriente eléctrica alterna, se envía a la antena que emite radiación de energía electromagnética, o sea, ondas radioeléctricas que se propagan con la velocidad de la luz. En el receptor las ondas radioeléctricas inciden en la antena receptora que convierte parte de su energía en débiles corrientes eléctricas que luego se amplifican en los circuitos electrónicos del receptor. Estos principios fundamentales se aplican a la Radio, Radar, Televisión, Facsímil y otros sistemas de radiocomunicación.
   
   El tipo y forma de las antenas tienen una estrecha relación con la frecuencia (longitud de onda) de las ondas radioeléctricas y depende también de requisitos tan contradictorios como directividad y rendimiento, por un lado, y tamaño, peso y coste por otro. En instalaciones especiales, como las de submarinos y aviones, también hay que considerar la rigidez, resistencia y la corrosión y aerodinamismo.
   
   Las antenas transmisoras para estaciones de radiodifusión en ondas medias están generalmente constituidas por una estructura metálica aislada en su base que actúa como radiador vertical de ondas electromagnéticas. Estas antenas son por lo general resonantes, o sea que su altura es aproximadamente la de media longitud de onda o de un cuarto de onda. Incluso estas últimas alcanzan alturas superiores a 100 m. La radiación de este tipo de antenas es igual en todas direcciones (antenas omnidireccionales), pero si se sitúan dos o más antenas verticales a determinadas distancias puede conseguirse que la radiación se concentre en una dirección y disminuya en otras para cubrir un área de servicio especificada. Estos sistemas de antenas se llaman directivos o direccionales.
   
   Los sistemas directivos son muy utilizados en las estaciones de onda corta tanto para comunicaciones de punto a punto como para radiodifusión. En estas longitudes de onda la antena más simple es el dipolo de media longitud de onda. Combinando varios dipolos y elementos reflectores puede conseguirse una gran directividad en los sistemas radiantes de onda corta. Las antenas de cortina se basan en este principio y a veces requieren estructuras metálicas de gran altura para- su soporte. Además de estas antenas de tipo resonante, se utilizan otras como las rómbicas y en V que sirven para varias frecuencias y tienen también efectos directivos.
   
   Las antenas para recepción en los aparatos de radio domésticos van generalmente incorporadas en el receptor y son del tipo de ferrita, de cuadro o de varilla vertical. Para mejorar la recepción se utilizan antenas exteriores más o menos complicadas pero en instalaciones de comunicaciones se emplean a veces antenas receptoras similares a las emisoras.
   
   En las frecuencias que se emplean en televisión y radiodifusión en frecuencia modulada, los elementos radiantes son más pequeños y se combinan de modo que se concentre la radiación horizontalmente. Las antenas más conocidas, de tipo omnidireccional, para televisión son las de «supermolinete», formadas por elementos superpuestos en forma de ala de murciélago. El número de elementos superpuestos aumenta la ganancia horizontal. También se emplean conjuntos de dipolos con reflectores, especialmente cuando se desea obtener directividad. En las emisoras de frecuencia modulada y en las de televisión que trabajan en las frecuencias más altas se emplean además de los dipolos tipos de antena como los de ranura y helicoidales que proporcionan gran ganancia horizontal.
   
   Cuando se trata de frecuencias más elevadas, o sea longitudes de ondas más cortas, las antenas tienen formas muy diferentes. Un modelo muy corriente es el paraboloidal, utilizado en radar, comunicaciones en microondas y espaciales, radiotelescopios, etc.
   
   Los sistemas que emplean propagación por dispersión troposférica o ionosférica exigen una gran ganancia en las antenas emisora y receptora y para ello se construyen grandes estructuras parabólicas de hasta 20 m de altura.
   
   Las antenas más populares son las de televisión, necesarias en la mayoría de los casos para conseguir una buena recepción en los domicilios de los telespectadores. Las antenas de televisión están compuestas de dipolos y elementos pasivos para obtener una adecuada directividad. En la mayoría de los países las emisoras de televisión radian con polarización horizontal, o sea, que los elementos radiantes de la emisora son horizontales y para una buena recepción las antenas de los televisores se colocan horizontalmente, pero otras emisoras, en particular las del Reino Unido, radian con polarización vertical y todas las antenas receptoras tienen sus varillas colocadas en este sentido.

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