Definición de Armas de destrucción masiva

1. Las armas de destrucción masiva (ADM), en principio, son armas de gran peligro y de pequeño tamaño en relación con su daño potencial. El término es algo engañoso, y el término británico de armas de efecto masivo (ADM) aclara implícitamente que tal efecto puede destruir todo en su área de efecto, como es el caso de un arma nuclear, pero otros tipos de armas varias categorías de tales armas, como las armas químicas, biológicas y radiológicas, matan seres vivos pero no destruyen objetos inanimados.
   
   Estas cuatro categorías, o tres si se supone que las armas radiológicas son un subconjunto de las armas nucleares, constituyen el uso más común del término. Algunos políticos y comentaristas de los medios de comunicación usan mal el término para cualquier uso de armas con efectos a gran escala, como los explosivos en el atentado de Oklahoma City o el ataque del 11-S. Aunque estos fueron eventos horribles, los grandes explosivos convencionales o los mecanismos inusuales como el choque de aviones no están dentro de la definición clásica.
   
   Véase el apartado de contra-proliferación para los tratados y otros programas para disminuir la disponibilidad de armas de destrucción masiva, y el apartado de control de armas para los esfuerzos sobre su reducción y limitación.
   
   

   Las cosas que no son ADM

   
   
   Los misiles guiados y los vehículos aéreos no tripulados que podrían desempeñar un papel importante en la entrega de cargas útiles de armas de destrucción masiva no son armas de destrucción masiva. Sus cargas útiles son armas de destrucción masiva.
   
   Tenga en cuenta que hay otras clases de armas por las que existe una gran preocupación por los daños duraderos (por ejemplo, las minas terrestres) o por los efectos inhumanos (por ejemplo, las armas cegadoras y las armas incendiarias (véase la Convención sobre ciertas armas convencionales).
   
   

   Armas nucleares

   
   
   Esta categoría abarca las armas que producen explosiones, efectos térmicos y radiaciones ionizantes inmediatas y retardadas (es decir, la lluvia radioactiva) por medio de la fisión nuclear o la fusión nuclear.
   
   Para dar un efecto de destructividad con respecto al tamaño, mientras que las primeras armas nucleares utilizadas en la Segunda Guerra Mundial pesaban aproximadamente 4 toneladas y tenían una potencia explosiva de 15 a 20 kilotones de trinitrotolueno, se supone en general que un arma igualmente destructiva definitivamente no puede tener más de 500 kilogramos de peso. Los diseñadores hábiles pueden reducir ese peso de manera significativa; los dispositivos improvisados por terroristas no nacionales podrían ser considerablemente más pesados y tendrían que ser un camión o un barco bomba.
   
   Cinco estados son "poderes declaratorios" bajo el tratado de no proliferación nuclear: China, Francia, Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos. Cuatro estados, tres de los cuales (India, Israel y Pakistán) nunca han firmado el TNP, y Corea del Norte, que se está retirando, han demostrado tener armas nucleares o, en el caso de Israel, se supone que las tienen la mayoría de los organismos de inteligencia del mundo. Un estado, Sudáfrica, desarrolló armas nucleares pero se desarmó de ellas de manera verificable.
   
   
   
   Armas nuclear miniaturizada. CC
   
   
   

   Química

   
   
   Las armas químicas causan daños temporales o permanentes al envenenar los seres vivos. Para ser un arma química, el efecto principal debe venir a través de la interacción de una sustancia química con los sistemas biológicos. Si un arma determinada, como un incendiario (por ejemplo, el fósforo blanco) puede ser venenosa pero cuyo principal efecto es a través de otros medios, como el calor, el arma no cumple con las definiciones generalmente aceptadas de arma química.
   
   Estas son las formas de armas de destrucción masiva que se han utilizado más ampliamente, sobre todo en la Primera Guerra Mundial. Aunque han sido utilizadas por terroristas extremadamente bien financiados, Aum Shinrikyo, los ataques fueron mal ejecutados y causaron muchas menos bajas de las que se esperaría de una entrega de grado militar. No obstante, se suele considerar que es más probable que el terrorismo químico utilice productos químicos industriales tóxicos que los agentes de guerra química modernos. Varios productos químicos industriales comunes, como el cloro, se han utilizado como agentes de guerra química.
   
   Se puede decir que las toxinas, que son sustancias químicas producidas por organismos vivos, son tanto químicas como biológicas, ya que los organismos vivos no están presentes en el arma y el efecto es envenenar el sistema. Sin embargo, la convención habitual es considerarlas armas biológicas, una suposición que se utilizará en este artículo.
   
   
   
   
   Bomba de fósforo blanco, año 1966. CC
   
   
   

   Biológico

   
   
   Las armas biológicas son o bien organismos vivos, o bien toxinas producidas exclusivamente por organismos vivos. Pueden ser incapacitantes o letales, con un mecanismo que involucra la infección de los seres vivos, o, en el caso de las toxinas, un mecanismo que involucra cosas producidas por los seres vivos. Su uso en la guerra ha sido limitado, principalmente por el Japón en la Segunda Guerra Mundial. El Programa de Agentes Selectos y la lista de Agentes de Bioterrorismo-Enfermedades del CDC dan ejemplos de agentes de alto riesgo.
   
   Dado que muchas de las enfermedades involucradas ocurren en la naturaleza, como el ántrax, puede ser muy difícil distinguir la investigación legítima o la producción en pequeña escala (por ejemplo, para vacunas) de la preparación de armas.
   
   Los agentes biológicos armamentísticos conocidos tienen generalmente la ventaja militar de un efecto contenido, en el sentido de que generalmente no se propagan de una persona a otra, y sólo el ántrax seguirá siendo peligroso por un tiempo indefinido. Se ha informado de que los soviéticos han convertido en armas la viruela, que es contagiosa o capaz de propagarse entre las personas.
   
   
   

   Radiológico

   
   
   Las armas radiológicas causan efectos por la radiación ionizante de los isótopos radiactivos dispersados por los explosivos convencionales u otros medios que no implican la fisión o la fusión nuclear en el punto de entrega. Se desconoce su utilización hasta la fecha, aunque el peor desastre industrial del mundo, en Chernobyl, es un ejemplo extremo de contaminación en gran escala por isótopos típicos de las armas radiológicas.
   
   Para que se produzca un síndrome de radiación aguda, la víctima tendría que recibir una dosis de cuerpo entero, en un corto período de tiempo, de al menos 70 rads/0,7 Gray de radiación penetrante.
   
   

   Verificación

   
   
   Véase Medios técnicos nacionales de verificación para la vigilancia de la capacidad nuclear y de misiles. La verificación de las armas químicas y biológicas es considerablemente más difícil, principalmente porque las instalaciones de producción de estas armas son muy parecidas a las instalaciones utilizadas para fabricar materiales civiles legítimos.

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