Definición de astillero

1. m. Establecimiento donde se construyen y reparan buques.
   
   
   Etimología u origen de la palabra astillero: (como los grandes galpones donde se fabricaban las embarcaciones de madera quedaban repletos de astillas:, pasaron a ser conocidos como astilleros).

Origen de la palabra: (De astilla.)


m. Percha en que se ponen las lanzas, astas o picas.
Establecimiento donde se construyen y reparan buques.
Depósito de maderos.
MÉJ. Sitio del monte donde se corta leña.

♦ Esta acepción se emplea en: México
En astillero, loc. fig. En puesto o empleo importante.
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2º artículo

1. El astillero está dispuesto en forma que los materiales afluyen a las gradas directamente desde los almecenes a través de los talleres a medida que progresa la fabricación y montaje de las piezas del barco. Determinado número de oficinas, almacenes y talleres se distribuyen racionalmente el trabajo del astillero. La sala de dibujo trabaja con planos detallados de todo accesorio que se fabrique para el barco. Tales planos no sólo detallan minuciosamente al accesorio, sino que determinán su posición exacta con respecto a la quilla y a la cuaderna más próxima.
   
   
   El cuidado con que se lleve a cabo este trabajo repercute directamente sobre la eficacia y calidad de las operaciones subsiguientes. La sala de gálibos es una vasta habitación donde las líneas del buque se trazan sobre un suelo de madera blanda y se ponen en limpio cuidadosamente. En el suelo se traza a escala natural un plano que muestre todas y cada una de las cuadernas y tracas de enchapado. Este plano es la base para la obtención de las plantillas y gálibos que servirán de guía a los talleres al fabricar planchas y piezas. Las plantillas y los gálibos, confeccionados en madera o cartón piedra, indican el tamaño, forma y perforaciones de cada pieza y llevan un número de referencia que permite su identificación en los planos.
   
   
   El taller de planchas y ángulos realiza la construcción de los pesados componentes de acero. Los almacenes suministran las chapas y perfiles que, una vez marcados para el corte según las plantillas facilitadas por la sala de gálibos, se cortan y conforman por laminación, prensado o caldeo al horno para ser posteriormente batidas. Estos talleres cuentan con pesadas cizallas mecánicas para cortar las planchas a medida, punzonadoras que troquelan los agujeros para los remaches, cepilladoras que eliminan las rebabas, laminadoras que dan forma a las planchas, prensas de conformar planchas y barras en caliente o en frío y mesas de voltear para calentar y curvar las vigas en «I» o en «U», barras en ángulo y piezas similares que formarán las cuadernas.
   
   
   El soplete acetilénico está remplazando al pesado equipo de cizallas. El taller de máquinas, que realiza el trabajo referente a maquinaria de propulsión y de cubierta, está equipado con el conjunto normal de tornos, prensas de taladrar y de embutir y demás máquinas herramientas. El taller de tubos fabrica e instala los numerosos sistemas de tuberías del buque. El de planchas metálicas construye e instala los conductos de ventilación y otras partes fabricadas con metales ligeros. Los aparejadores no sólo instalan la arboladura, sino que pueden encargarse además de manejar los grandes pesos en el propio astillero.
   
   
   Todas estas actividades suministran material a las gradas de construcción, que es donde en realidad se ensamblan las piezas, salvo ciertos trabajos de montaje previos, verificados en los extremos de las gradas, como por ejemplo, la soldadura de mamparos, realizada en la sección de premontaje para su traslado a las gradas en una sola unidad. El montaje comienza con la colocación de las planchas de la quilla y progresa hacia arriba y los extremos, según un plan cuidadosamente establecido. Los montadores y ajustadores colocan en posición los diversos componentes que las grúas transportan hasta las gradas y los remachadores o soldadores unen definitivamente las piezas al resto de la estructura.
   
   
   Las gradas son en realidad planos inclinados de madera o de cantería que se extienden hasta más allá de la orilla de forma que sus extremos más alejados quedan a 1 o 2 m bajo el nivel del agua. Se dividen en dos partes: imadas y resbaladeras. Las primeras constan de pesados troncos de superficie superior muy lisa, y están apoyadas en robustos pilotes profundamente hincados. Las resbaladeras constan también de pesados maderos, de superficie inferior muy lisa, que descansan sobre dos imadas, de las que están separadas por una capa de grasa consistente. Presentan una inclinación o declive hacia el agua de unos 50 mm por cada metro de longitud. Las gradas están preparadas para la botadura desde antes de tender la quilla y, al objeto de evitar que la presión sobre ellas expulse la grasa durante la construcción, las imadas están separadas de las resbaladeras mediante barras de acero planas, llamadas guardasebos, que son retiradas antes del lanzamiento.
   
   
   Durante el periodo de construcción el peso del buque no lo soportan las gradas sino los bloques y calzos de madera (picaderos de pantoque, escoras de construcción y apeos) colocados bajo la quilla y bajo el fondo. Unas pocas horas antes de la botadura se transfiere el peso a las gradas introduciendo cuñas entre las resbaladeras y una estructura llamada cuna o basada, sobre la que descansa el buque durante la botadura. Una tornapunta de quilla, llamada llave de lanzamiento, impide el deslizamiento de las resbaladeras hasta el momento de iniciar la botadura, en que se hace saltar a martillazos. Otras veces se utilizan contretes accionados hidráulicamente o placas de anclaje dispuestas en los extremos superiores de las gradas, que se queman por la mitad para liberar a las resbaladeras. Los navíos grandes tienen limitado el peso de la construcción anterior al lanzamiento.
   
   
   Cuando al final de las gradas no existen aguas libres en cantidad suficiente, como ocurre en los ríos de poca anchura, el navio suele construirse con su eje paralelo a la orilla para ser botado de costado. Este método utiliza gradas mucho más cortas dispuestas perpendicularmente a la quilla y a la línea costera. Los lanzamientos de costado son muy espectaculares, puesto que todo el buque entra en el agua al mismo tiempo y se bambolea acusadamente hacia afuera al hacerlo. Tales lanzamientos de costado son corrientes en los Grandes Lagos, aunque no sea la forma de botadura preferida por la considerable extensión de aguas frontales que han de destinarse a un solo grupo de gradas.
   
   Para más información ver: construcción naval.

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