En el Canadá la ciudadanía aparece determinada generalmente por el jus soli, pero el niño nacido fuera del país posee la nacionalidad canadiense si la tiene el padre (o la madre, caso de ser hijo ilegitimo). La naturalización se concede a personas de habla inglesa o francesa y buena conducta, previa solicitud, declaración de motivos y cumplimiento de los requisitos residenciales. Éstos no son necesarios si el solicitante es ciudadano de la Mancomunidad. Se pierde la ciudadanía al adquirir voluntariamente otra, pero, si el país en cuestión se hallase en guerra con Canadá, la pérdida no es automática sino que queda a la discreción del ministro de ciudadanía e inmigración. Otros motivos de pérdida son residencia prolongada en el extranjero, ayuda al enemigo o naturalización fraudulenta.