Prov. oriental portuguesa, que, con una extensión de 7504 km2, limita al N con la provincia de Beira Alta, al E con España, al S con la provincia de Alto Alentejo y al O con las de Ribatejo y Beira Litoral.
Es una región de transición entre el N y el S. La mitad septentrional está accidentada por una serie de sierras paralelas: Lousa, Acor y vertientes meridionales de la Sierra de la Estrella al N; Alvelo y Guardunha, al S. Entre ambos grupos de montañas se abre paso el río Zézere por angosto valle. Al Mediodía se extiende una penillanura, prolongación de la Extremadura española, regada por el Tajo y sus afluentes de la derecha (Ocreza, Ponsul y Erjes). El clima presenta caracteres mediterráneos: en las sierras septentrionales la temperatura acusa grandes oscilaciones estacionales y las lluvias se mantienen todavía en torno a los 1000 mm; en las regiones meridionales el calor se acentúa en verano y las lluvias son del orden de los 500 mm. La vegetación es en su mayoría de tipo mediterráneo: en las montañas hay algunos pinares, pero en la mayoría de la provincia domina el alcornoque, el encinar y el matorral.
La población se agrupa en los piedemontes de las montañas y al occidente de la provincia: Castelo Branco, la capital, es la ciudad más importante. Otras poblaciones notables son Covilha, Penamacor, Fundan, Belmonte y Pampilosa.
Es de las provincias menos desarrolladas y vive fundamentalmente de la agricultura extensiva. En las zonas montañosas se cultiva el centeno y hay algunos olivares y alcornoques. La ganadería se limita al pastoreo extensivo de ovinos y caprinos. Se explotan los pinares y hay algunos yacimientos de estaño y wolframio. Las comunicaciones son deficientes: un ferrocarril atraviesa la provincia de N a S, pero no existe virtualmente una red suficiente de carreteras.