El vino italiano que seguramente ha conquistado más fama internacional. Es seco, de buen cuerpo, más bien bronco al paladar. Se obtiene de uva de Sangiovese, Trebiano y otros lugares de la región del monte Chianti, en Toscana. Se le conoce generalmente como vino tinto, si bien se producen además varios tipos de blanco notables, unos secos y otros dulces. Las clases tintas, con un contenido alcohólico del 13 % son las mejores, si se dejan envejecer alrededor de cinco años. De ordinario se sirven a la temperatura ambiente con carnes oscuras o asados, o bien con manjares ricamente sazonados, como ravioli y spaghetti. La típica cesta de paja en que se embalan sus botellas ha hecho muy familiar este vino a los amantes de la cocina italiana en todos los lugares del mundo.