De extraordinaria importancia resulta la clasificación de los buques. Como la realización de esta tarea precisa conocimientos técnicos especiales, han surgido sociedades especializadas en asignar a los buques un determinado valor a la vista de las circunstancias de todo género que en ellos concurren. Estas sociedades, tras clasificar a los buques, emiten los correspondientes certificados, cuyo valor y aceptación en el tráfico marítimo es tal que, en ocasiones, disfrutan de reconocimiento oficial. Entre las principales sociedades de esta clase destacan el Lloyd’s Register of Shipping, el Bureau Véritas francés, el American Bureau of Shipping, el Germanischer Lloyd’s, el Norkske Veritas y el Registro Italiano.
En 1949 se unificaron las reglas de construcción y clasificación de embarcaciones. Tiene varios tipos de clasificación; los buques que deseen entrar en ella han de ser construidos bajo la inspección de la Sociedad, que se efectúa con todo rigor; posteriormente deben someterse a revisiones periódicas si desean mantener la clasificación inicial. Los certificados expedidos suponen una garantía para aseguradores, armadores y cargadores.