Bélgica tiene un clima netamente oceánico-templado, de nieblas abundantes, gran humedad, precipitación anual moderada y oscilaciones poco pronunciadas de temperatura. Pero el relativo alejamiento del mar de sus regiones orientales y sobre todo su mayor elevación hacen del extremo sureste, especialmente de la meseta de las Ardenas, una zona de clima continental. La media anual, de unos 10 °C en la costa, desciende a 5°C en la meseta interior, donde se acusa una fuerte diferencia del invierno (—5°C en enero) al verano (22 °C en julio); en las costas varía entre los 2 o 3°C en invierno y los 17°C en julio. Las lluvias decrecen comúnmente hacia el E, pero, al alcanzar el desnivel de la meseta, aumentan hasta los 1000 mm; en esa región las nevadas son frecuentes, abundantes y duraderas. La costa, con precipitaciones de 600 a 700 mm, tiene lluvias mejor repartidas.