En el interior de la península balcánica reina una forma modificada de clima continental. En los fríos inviernos la temperatura desciende con frecuencia por debajo de 0 °C; los veranos son cálidos con máximas que a veces exceden los 37 °C. La estación más húmeda es la primavera y primera parte del verano. El índice medio anual de pluviosidad es de 625 mm, aunque varía mucho según los lugares. Hacia el S disminuyen las influencias continentales para dar paso al clima mediterráneo con sus característicos inviernos suaves,
durante los cuales la mayor precipitación anual es de 500 mm. Los veranos son cálidos, secos y muy soleados.