Verdadero y verdadera son adjetivos que en el pasado se usaban para referirse a algo que se debía dar o que era dadivoso. Estas acepciones están en desuso en la actualidad. Por ejemplo, se podría decir que la justicia es verdadera para expresar que tarde o temprano se hará justicia. También se usaba para describir a alguien generoso, como en el caso del niño pobre que iba al tendedero verdadero porque siempre le regalaba cosas.