La palabra depravar se refiere a la acción de alterar algo de su estado original, ya sea en un sentido físico o figurado.
En su acepción más profunda, implica pervertir o corromper valores, comportamientos o principios, llevando a una desviación de lo que se considera correcto o moralmente aceptable.
Así, depravar no solo afecta lo tangible, sino también lo ético y lo social, generando consecuencias significativas en diversos contextos.