Las mercancías se han comprado y vendido por correo desde la inauguración de los servicios postales e incluso anteriormente se realizaban transacciones semejantes por medio de mensajeros. Durante la época colonial americana, los consumidores adinerados encargaban en Europa telas finas, porcelanas, muebles y cristalería. Interrumpido por las guerras de independencia, este comercio de lujo se reanudó más tarde en menor escala, principalmente con Francia. Con el desarrollo de las industrias nacionales en la América independiente, el comercio por correo con Europa, decreció a medida que el mercado nacional iba ensanchándose. En Estados Unidos, los colonos que abrían a la civilización las regiones occidentales a principios del siglo xix encargaban frecuentemente mercancías por correo a los almacenes al por menor de las ciudades importantes de la parte oriental. Las mercancías fueron expedidas con el correo transportado primero por las postas y más tarde por canales y líneas férreas. Se cree que de tiempo en tiempo se publicaban listas de precios en favor de esos clientes emigrantes.
Montgomery Ward and Company, la primera firma norteamericana importante de compras por correo, comenzó a funcionar en Chicago, en 1872, con un capital total de 2400 dólares proporcionados por los socios A. Montgomery Ward y George R. Thorne, su hermano político. Su catálogo inicial fue una circular de una sola hoja. La Sears, Roebuck and Company, la más importante de estas compañías, quedó organizada entre 1886 y 1893. Los tratos se realizaban sobre la base de metálico. El éxito fue inmediato.
Factores que contribuyeron a la expansión del negocio. Las cifras de negocios de las grandes casas de ventas por correo aumentaron rápidamente a comienzos de siglo XX. Una de las razones de este éxito extraordinario es su política de ventas a precios más bajos que los cotizados por los comerciantes al detall, posible gracias a la eliminación de los métodos de distribución, lentos y caros. Las sociedades de ventas por correo compran directamente a las fábricas al contado y en grandes cantidades y venden directamente al consumidor. El aumento de eficacia en la producción, manipulación y transporte ha permitido también reducir los precios de venta por catálogo. Otros factores importantes que han influido en la popularización de estos sistemas de ventas son la variedad de mercancías ofrecidas, la amplia gama de calidades y precios y la comodidad de poder efectuar compras sin salir de casa.
En al actualidad los catálogos de artículos por internet, televisión y otros medios, han incrementado las compras por correo enormemente.
