Origen etimológico de inmune: proviene de la palabra latina immŭnis, del prefijo in- y munia (que significa "obligaciones"), arcaico moenia, del protonidoeuropeo *mei- (que significa "intercambio").
• « Los anticuerpos IgM se producen tan pronto como las células inmunes reconocen un antígeno. Son los primeros en ir al lugar de la infección y ofrecen cierta protección. Sin embargo, no se quedan mucho tiempo. » (de inmune | plural)
• « La mayoría de las personas ya tienen algunas células plasmáticas específicas para la gripe: el tipo de células inmunes que secretan grandes cantidades de anticuerpos. » (de inmune | plural)
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Cómo está constituido el sistema inmunológico
El sistema inmunológico está compuesto por diferentes órganos, tejidos, células y moléculas que trabajan juntos para proteger al cuerpo de enfermedades y agentes infecciosos. Algunos de los componentes principales del sistema inmunológico incluyen:
- Ganglios linfáticos: pequeños nódulos que contienen células inmunológicas y que se encuentran distribuidos por todo el cuerpo.
- Médula ósea: tejido que se encuentra dentro de los huesos y que produce células sanguíneas, incluyendo las células inmunológicas.
- Timo: glándula situada en el pecho que produce y madura ciertas células inmunológicas.
- Bazo: órgano que filtra la sangre y que ayuda a combatir infecciones.
- Células inmunológicas: incluyen los linfocitos T y B, células asesinas naturales, macrófagos, células dendríticas, entre otras.
- Moléculas inmunológicas: como los anticuerpos, que son proteínas producidas por los linfocitos B y que ayudan a neutralizar los agentes infecciosos.
Todos estos componentes trabajan juntos para identificar y destruir bacterias, virus, hongos y otros patógenos que puedan causar enfermedades en el cuerpo.
Qué significa inmune en medicina
En medicina, el término "inmune" se refiere a la capacidad del sistema inmunológico para proteger al cuerpo contra enfermedades y agentes patógenos.
Cuando una persona es inmune a una enfermedad, significa que su sistema inmunológico ha desarrollado una respuesta defensiva específica contra esa enfermedad en particular.
Esto puede ser debido a la exposición previa a la enfermedad, la vacunación o la presencia de anticuerpos protectores.
Ser inmune implica que la persona tiene una menor probabilidad de enfermarse o, si se enferma, la enfermedad será menos grave.
