Chile es uno de los países sudamericanos que posee una población más homogénea. Un 60 % procede del mestizaje español con los indígenas araucanos. El cruce de ambas razas fue muy completo: con los españoles de Valdivia sólo llegó una mujer y durante cuatrocientos años el aislamiento geográfico de Chile permitió que la población creciese sin aportes considerables, del otro lado del Atlántico. El tipo étnico resultante de este cruce presenta caracteres de gran calidad: a la energía y decisión de los conquistadores españoles se mezcló la fiereza indomable de los araucanos. En un principio predominaron los españoles de Andalucía, Extremadura y Castilla; a finales del siglo xvi y durante todo el xvii llegaron grandes contingentes de vascos, cuya energía y espíritu práctico todavía se advierten en la psicología chilena. Como consecuencia de estas circunstancias el chileno actual apenas recuerda por sus rasgos a sus antecesores indígenas y reúne las mejores cualidades de dos grandes pueblos.
Un 32 % de la población desciende de los criollos o españoles puros. Si en los primeros momentos el mestizaje fue muy acentuado, consolidada la conquista y absorbida o exterminada la mayor parte de la raza araucana en las regiones central y septentrional, se instalaron muchas familias procedentes de España, entre las que predominaban los vascos. Físicamente es difícil discriminar al mestizo del criollo. Un 6 % de la población son indígenas puros. La mayoría de este porcentaje corresponde a los araucanos que habitan al S del Bio-Bio y en la isla de Chiloé; viven de la agricultura, la pesca y el comercio y están completamente pacificados. El resto apenas supone unos centenares de individuos: alacalufes y yaganes de la Patagonia, que viven de la caza y de la pesca; onas de Tierra de Fuego, notables por su gran estatura, que viven principalmente de la pesca.
El resto de la población desciende de emigrantes de otros países europeos. Entre ellos tienen cierta importancia los de origen alemán, a los que siguen franceses, italianos y otras nacionalidades. La colonia extranjera es muy reducida: ocupan el primer lugar los españoles, seguidos de los ingleses y norteamericanos.
