El término tribuno tiene sus raíces en la antigua Roma, donde se refería a un magistrado con el poder de vetar decisiones del Senado y proponer plebiscitos.
En un sentido más amplio, se utiliza para describir a un orador popular que defiende los intereses del pueblo.
Además, el concepto incluye al tribuno de la plebe, un cargo específico en la Roma antigua, y al tribuno militar, que era el líder de un grupo de tropas romanas.