Artículo enciclopédico: variaciones fisiológicas de la frecuencia y del trabajo cardiaco
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variaciones fisiológicas de la frecuencia y del trabajo cardiaco

 


variaciones fisiológicas de la frecuencia y del trabajo cardiaco
  1. Entre las variaciones más constantes del número de latidos cardiacos figuran las relacionadas con la talla, edad y sexo. Los animales corpulentos tienen un pulso más lento que los pequeños; es clásico el ejemplo del canario, que tiene unas 1000 pulsaciones por minuto contra 25 el elefante.


    Se debe a que los grandes animales tienen menos superficie en relación con el volumen del cuerpo, lo que determina cifras metabólicas más bajas por unidad de masa

    protoplásmica (v. Metabolismo basal; Temperatura del cuerpo). La misma relación guarda la edad. Con el crecimiento, tanto los animales como las personas muestran un gradual enlentecimiento del pulso y cifras más bajas de metabolismo basal. El hombre, sin embargo, tiene un metabolismo más alto y un pulso más bajo que la mujer. Al nacimiento, el número de latidos cardiacos es de 130 aproximadamente para el varón y de 145 para la hembra. Esta diferencia guarda relación con el menor peso de las recién nacidas. Como éstas tienen un desarrollo más precoz y el pulso disminuye con la edad, al llegar a los 3 años se iguala el número de pulsaciones en ambo sexos.


    En las personas adultas, la frecuencia pulsátil oscila de 70 a 75 unidades para la mujer y de 65 a 70 para el hombre, según cifras medias de amplias estadísticas; sin embargo, al individualizar, hay que tener en cuenta el amplio margen de variación fisiológica.


    El corazón posee una gran capacidad de adaptación a las diversas exigencias de cada momento. Por ejemplo, el volumen de sangre proporcionado por minuto, que es de unos 5 l. en reposo, llega hasta los 30 o más en los esfuerzos. Correlativamente, el requerimiento de oxígeno en reposo es de 300-350 cc y llega a 4000 en los grandes trabajos. Las pulsaciones pueden elevarse hasta 180 y 200 por minuto.


    Hemos visto anteriormente cómo el corazón era informado por el sistema de inervación refleja de las necesidades requeridas por la economía; ahora vamos a ver cómo el corazón es capaz de cumplir su compromiso.


    Se denomina volumen minuto la cantidad de sangre vertida por el corazón en este tiempo. Depende de dos factores: del volumen sistólico y del número de pulsaciones. Por el primero entendemos la cantidad de sangre expulsada en cada sístole, que en reposo es de 50 a 70 cc por término medio. Ahora bien, en el esfuerzo el corazón es capaz de dilatarse hasta un cierto límite; con ello aumenta su capacidad y por tanto el volumen de expulsión verá incrementada su cifra. Si al mismo tiempo aumenta el número de pulsaciones, el volumen-minuto o producto volumen-expulsión por número de latidos cardiacos se incrementará extraordinariamente.


    El aumento de volumen-minuto, sobre todo en corazones entrenados, se realiza principalmente a expensas del volumen sistolico y jamás por el solo aumento de la frecuencia cardiaca. Unicamente los corazones no entrenados o de musculatura débil, con exceso de volumen sistolico, aumentan considerablemente el número de latidos, es decir, la frecuencia cardiaca, para obtener un mayor volumen minuto.


    Se comprende que el atleta entrenado constituya el mejor ejemplo de la adaptación del corazón al sobresfuerzo. Si tenemos en cuenta que la diástole constituye la fase de recuperación metabólica del corazón y que en la taquicardia disminuye ésta, resulta lógico que el corazón se dilate e hipertrofie (corazón de atleta) hasta límites capaces de producir un gran volumen sistólico.


    El correspondiente aumento de volumen-minuto, que es de 3 a 6 1 en reposo, se eleva a 20, 30 hasta 35 1/min sin que se precise del paralelo aumento de las contracciones cardiacas, que en ocasiones no llegan a elevarse o se elevan muy poco. Lo contrario sucede en personas no entrenadas (aumento del volumen-minuto a expensas de la frecuencia cardiaca). La hipertrofia (aumento de volumen de la musculatura cardiaca) es una consecuencia del sobreesfuerzo. No hay pruebas de que este corazón sea más propenso a descompensación ni que sus portadores tengan una vida más corta. Entre otros muchos estados fisiológicos que afectan al volumen minuto citaremos los cambios posturales, emociones, digestión, sueño y variaciones en el contenido de oxígeno y anhídrido carbónico del aire.

    Para más información ver: corazón.
Actualizado: 27/10/2015
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l. = latín
V. = Ver o Verbo
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Definiciones-de.com (2015). variaciones fisiológicas de la frecuencia y del trabajo cardiaco - Leandro Alegsa © 27/10/2015 url: https://www.definiciones-de.com/Definicion/de/variaciones_fisiologicas_de_la_frecuencia_y_del_trabajo_cardiaco.php

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