Nace en el condado de Potter (Pensilvania), fluye al NO, atraviesa el estado de Nueva York y se une al Monongahela en Pittsburgh para formar el río Ohio tras un recorrido de 480 km. Fue escenario de un intenso tráfico de gabarras hasta la aparición del ferrocarril, aunque continúa el transporte de mercancías voluminosas y de poco valor. Por su acentuada pendiente es una fuente potencial de energía. Tienen gran importancia los valiosos depósitos de carbón, petróleo y gas natural comprendidos en su cuenca.