Los más antiguos yacimientos prehistóricos de Palestina, Jericó y Ghassul, en el valle del Jordán, contienen extraordinarios restos neolíticos y calcolíticos. En Khirbet Kerak (Galilea) han aparecido restos prehistóricos algo posteriores. Las importantes excavaciones de Mageddo, Beth-Shan y Lachish proporcionaron cartas de la época inmediatamente anterior al exilio. También se realizaron importantes excavaciones en las estaciones menores de Tel Beit Mirsim, Beth Shemesh y Tel en-Nasbeh. Las de Gaza, Tell el-Farah y Tell el-Ajjul han permitido conocer la vida en la zona meridional. Samaría suministró datos sobre el primer milenio a. de J.C. Hallazgos dispersos, especialmente en el Sinaí, demuestran que el alfabeto evolucionó en esta zona hacia el segundo milenio a. de J.C. Un descubrimiento sensacional fue el efectuado en 1952 por algunos miembros de tribus nómadas en cuevas situadas al occidente del Mar Muerto: los Pergaminos del Mar Muerto, copias de textos bíblicos y de obras literarias judías, que se remontan al primer siglo de nuestra era.
Las principales estaciones arqueológicas son Tell Judaidah por sus restos prehistóricos, el puerto de Biblos por su arte y muestras de su contacto con Egipto, y Ras Shamra (Ugarit) por sus tablillas y restos anteriores al año 1000 a. de J.C. Tel Atchana destaca por sus palacios del segundo milenio y Car-chemish, Senjirli y Sakje Geuzi por sus restos neo-hititas del primer milenio antes de la era cristiana. El país es rico además en espléndidas ruinas de los periodos clásico y bizantino, muchas de las cuales han sido exploradas e inventariadas y algunas excavadas.
Una de las más impresionantes se encuentra en el Baalbek del moderno Líbano. En Antioquía se han hallado espléndidos mosaicos. Entre las ciudades situadas en la ruta de las caravanas, al borde del desierto, descuellan Palmira con sus tumbas y arquitectura, Jerash (Gerasa) con sus teatros, mosaicos y calles con rodada, y Petra con sus tumbas abiertas en pintorescos farallones. Los descubrimientos de un santuario dedicado a Mitra, una sinagoga, un templo cristiano y monumentos hicieron de Dura-Europos la ciudad más prometedora arqueológicamente de todas las caravaneras, que por la riqueza y excelente estado de conservación de sus objetos puede rivalizar con Pompeya.
