Un proxeneta es una persona que se dedica a facilitar encuentros sexuales a cambio de dinero, actuando como intermediario entre clientes y trabajadores sexuales. Esta actividad, conocida como proxenetismo, es considerada ilegal en la mayoría de los países debido a la explotación y vulnerabilidad que implica para quienes se dedican a la prostitución. El proxeneta obtiene beneficios económicos a costa de la explotación de otras personas, lo que lo convierte en un delito que atenta contra la dignidad y los derechos humanos.