Definición de coque

1. m. Carbón poroso, con pocas sustancias volátiles, que resulta de la calcinación de la hulla.
   
   
   Origen etimológico de coque: proviene de la palabra inglesa coke.

Origen de la palabra: (ingl. Coke.)


m. Substancia carbonosa, sólida, ligera, gris y lustrosa, que resulta de la calcinación de la hulla.
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2º artículo

1. Residuo carbonoso, duro y poroso que dejan ciertos carbones después de ser calentados y destilados. Sus propiedades físicas y químicas dependen del método de calefacción y de su duración, de la temperatura alcanzada, del tipo de carbón empleado y del diseño del horno en. que se realiza la operación. Los lignitos, los carbones magros y la antracita no son coquizables, es decir, dejan después de calentados residuos pulverulentos. Entre los carbones grasos, los de bajo contenido en azufre y aptos para la coquización no son muy abundantes y sólo se encuentran en determinadas localidades.
   
   
   En Europa aparecen con frecuencia en los hundimientos próximos al mar de las grandes cordilleras del Periodo carbonífero, y los criaderos más ricos son los de la región renana, los de la Alta Silesia, los de la Gran Bretaña y los del distrito del Donetz en Rusia. En los Estados Unidos los yacimientos más importantes se encuentran en la región de los Montes Apalaches. En Asia destacan los de Kuznetz, en los Montes Altai y los de Chansi, en China, así como los de la cuenca del Ganges en la India. Véase Carbón y minería del carbón.
   
   
   Tanto ha llegado a emplearse el coque en la fabricación del hierro y - del acero que la industria siderúrgica controla la producción del coque, no sólo de las empresas- subsidiarias próximas a los altos hornos y a las acerías, sino también la de las coquerías independientes. La relación entre ambas industrias es tan estrecha que la producción de coque aumenta o disminuye paralelamente a la de hierro y acero. En los países europeos, más pobres en petróleo, una gran parte de la industria orgánica de síntesis depende del coque y, por lo mismo, el consumo de las industrias metalúrgicas tiene menos importancia relativa.
   
   
   El coque se obtiene en hornos de retortas, como subproducto de la fabricación del gas del alumbrado (v. Gas, Fabricación del); en baterías de hornos alveolares, situados por lo general en las proximidades de las minas de carbón; y en las modernas instalaciones con recuperación de subproductos, construidas casi siempre cerca de los altos hornos y acerías que consumen el coque y el gas producido. Estos dos últimos procedimientos son los de mayor importancia.
   
   
   Hornos alveolares.
   
   Producen el calor necesario para la coquización por combustión, dentro de la propia cámara, del gas desprendido. En su forma más antigua los hornos alveolares consisten en una estructura hemisférica de ladrillo refractario y piedra de unos 3,5 a 4 m de diámetro. Tiene en su parte superior una boca por la que se deja caer en su interior una carga de 5 a 6 t de carbón y una puerta lateral por la que se descarga el coque fabricado mediante rastrillos. La admisión de aire por la puerta se controla de manera que ardan los gases desprendidos, pero se queme poco coque. El calor radiado por los gases en combustión y reflejado por la bóveda realiza la coquización, por lo que estos hornos se llaman también de reverbero. Los gases quemados y los humos escapan por la boca de carga. Los hornos de este tipo más modernos son de forma rectangular, de unos 9 m de largo, y llevan anejas calderas de vapor de calor perdido para recuperar al menos en parte el que lleven los gases de la combustión. Tales hornos se acoplan en baterías; su carga se hace por vagonetas que circulan por vías superpuestas a ellos y la descarga mediante simples rastrillos.
   
   
   El rendimiento en cada ciclo de fabricación de 48 a 72 horas y por tonelada de carbón cargado es de unos 642 kg de coque. Salvo el calor que puede recuperarse, los demás subproductos de la operación se pierden, razón por la cual este tipo de hornos ha caído totalmente en desuso, aparte de que requieren un carbón coquizable de gran calidad. Como única ventaja a su favor puede citarse el bajo coste de construcción, muy inferior al de las instalaciones con recuperación de subproductos, al que sin duda debe atribuirse su prolongada supervivencia.
   
   
   Hornos recuperadores de subproductos.
   
   
   Transmiten el calor a la carga de carbón a través de las paredes. Los de tipo moderno consisten en una cámara de ladrillo refractario de unos 12 m de largo, de 3,5 a 5 m de alto y unos 45 cm de ancho, con bocas de carga en el techo y puertas movibles que la cierran por ambos extremos. Los productos volátiles escapan por una chimenea que desemboca en la conducción principal de gases. Cincuenta o más hornos, separados entre sí por estrechas cámaras de combustión de gases, constituyen una batería o unidad de fabricación. Debajo de cada horno se encuentra el correspondiente recuperador que utiliza el calor de los gases de la combustión para precalentar el aire, o el aire y el combustible cuando éste es gas pobre. Como combustible puede emplearse el propio gas producido en el horno, con un poder calorífico de unas 5600 cal/m3 y que no se suele precalentar, o bien gas pobre de alto horno cuyos poderes caloríficos son de 1400 y 840 cal/m8 respectivamente. En este último caso, todo el gas producido en el horno, de 270 a 325 m3 por tonelada de carbón, queda disponible para otros usos. Los rendimientos aproximados, por tonelada de carbón destilado, son de: 700 kg de coque, 32 1 de alquitrán, 10 kg de sulfato amónico, 11 1 de aceites ligeros y unos 180 m3 de gas de 5600 cal/m3, aparte del utilizado en la calefacción del horno.
   
   
   El trabajo en una batería de hornos de coque comprende la trituración del carbón bruto y su mezcla en las proporciones adecuadas, de modo que el hincha-miento del carbón pobre quede compensado por la contracción del rico en volátiles; la elevación del carbón al silo situado en alto, desde el cual se distribuye, en cargas que a veces alcanzan las 10 t, a los diversos hornos mediante vagonetas; la descarga del coque incandescente, tras 18 horas de calentamiento a unos 1000°C, a vagonetas de acero, por las puertas de los extremos y mediante empujadores accionados por motor; el apagado del coque por rociado con agua; y la clasificación en tamaños por cribado.
   
   
   Los productos volátiles calientes que salen del horno entran en la conducción principal que los lleva al departamento de subproductos. Allí son enfriados en condensadores tubulares y se recogen las aguas amoniacales, la mayor parte del alquitrán y mucho naf-taleno. El resto del alquitrán es separado mecánicamente. Los gases residuales pasan al saturador, cámara revestida de plomo y cerrada, en el que una solución de ácido sulfúrico fija el amoniaco en forma de sulfato. El benceno y el tolueno que todavía quedan en el gas se absorben en torres de lavado regadas con un aceite de petróleo, del que luego se separan por arrastre en corriente de vapor. El sulfato amónico que cristaliza en el saturador pasa a una centrífuga donde se escurre el ácido que lo impregna. Véase Alquitrán.
   
   • Historia Del Coque: La coquización del carbón data al menos de principios del siglo xvii. Se empleó por primera vez el coque para obtener el hierro en Inglaterra hacia 1619, aunque no llegó a desplazar de manera inmediata al carbón de madera. Uno de los motivos que indujeron a esta sustitución fue el agotamiento de los... Para seguir leyendo ver: Historia Del Coque

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   3º artículo
   

Origen de la palabra: conjugación del verbo «cocar», modificándolo así: coque


(coque) conju. v. Conjugación del verbo cocar. Se trata de la primera persona del singular (yo coque) del Presente del Subjuntivo.


(coque) conju. v. Conjugación del verbo cocar. Se trata de la tercera persona del singular (él / ella / usted coque) del Presente del Subjuntivo.


(¡coque!) conju. v. Conjugación del verbo cocar. Se trata de la tercera persona del singular (él / ella / usted coque) del Afirmativo del Imperativo.


(¡no coque!) conju. v. Conjugación del verbo cocar. Se trata de la tercera persona del singular (él / ella / usted no coque) del Negativo del Imperativo.

♦ Leer oraciones donde se usa «coque» aquí: Ejemplos de usos de coque

♦ Ver todas las conjugaciones de «cocar» aquí: cocar

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