Artículo enciclopédico: historia de las armas de fuego
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historia de las armas de fuego

 


historia de las armas de fuego
  1. El primer dibujo conocido de un arma de fuego se encuentra en un manuscrito de 1325 que se conserva en la Christ Church Library de Oxford (Inglaterra). La más antigua arma de fuego, un cañón de mano, fue descubierta en las ruinas de un castillo derruido en 1399 y últimamente se guardaba en el Museo Alemán de Nuremberg (Alemania). El cañón de mano se utilizó hasta entrado el siglo xix.

    La llave de mecha, inventada en el siglo xv, constaba de una abrazadera con un pivote sobre el que se colocaba una mecha de combustión lenta, que bien directamente por la presión ejercida en la parte posterior de este pivote, o indirectamente, por medio de un gatillo, leva y muelle, se acercaba a una cazoleta llena de pólvora y adosada al oído del arma. A través del oído la llama se propaga a la carga de proyección del cañón. El mecanismo estaba en uso todavía cuando nuéstros conquistadores desembarcaron en las costas de América.

    La llave de rueda, inventada hacia el año 1515, fue la más empleada durante todo el siglo xvii y, con bastante profusión, incluso durante el xviii en Alemania. Su funcionamiento era parecido al de un mechero de encender cigarrillos; un muelle hacía girar rápidamente una rueda de bordes ásperos que rozaba una pieza de hierro. Este roce provocaba chispas que inflamaban la pólvora de una cazoleta colocada al costado del arma y la llama producida se introducía por su oído hasta alcanzar la carga de proyección del cañón. La tapa de la cazoleta se abría automáticamente en el momento oportuno. La primera llave de rueda de la que se tiene noticia se fabricó entre los años 1521 y 1526. Se conservaba hasta hace poco en el Museo Nacional de Munich (Alemania). El empleo de la llave de rueda continuó hasta principios del siglo XIX.

    El pedreñal, en su forma primitiva, golpeaba un pedernal contra una pieza fija de acero, que se colocaba por encima de la cazoleta, cuya tapa, al igual que la de la llave de rueda, se abría automáticamente. El pedreñal se empleó durante un siglo y fue remplazado por la llave de pedernal; en ésta, basada en el mismo principio, la tapa de la cazoleta y la pieza de acero formaban un solo conjunto, con una inclinación hacia atrás para permitir que las chispas llegaran a la cazoleta al golpear el acero.

    La llave de miguelete, primer tipo de la de pedernal, llevaba el muelle principal y las levas para sostener el pedernal unidas a la placa de fijación exterior. Su empleo fue corriente en el siglo xvii en Italia, España, Escocia y continuó utilizándose en el N de Africa y Oriente Medio casi hasta nuestros días.

    El sistema de percusión, patentado en 1807, daba fuego a la pólvora por medio de una llama que se producía al golpear el percutor una pequeña cápsula de fulminato de mercurio. El fulminato, contenido en un pequeño recipiente o capacete de papel, se colocaba en un corto tubo atornillado al oído del arma. Este tipo se empleó hasta los últimos años del siglo xix.

    Las armas modernas de fuego no llevan oído, pero sí un sistema de percusión. La pólvora, proyectil y fulminato forman un solo conjunto, llamado cartucho. Éste se coloca en la recámara del arma. Un percutor, impulsado con gran fuerza, golpea la parte posterior del cartucho donde está colocado el fulminato. Éste hace explosión y transmite el fuego a la pólvora. Los gases de la combustión de la pólvora producen una alta presión en la recámara, que obliga al proyectil a abandonar el ánima del arma.

    En el siglo xiv se construyeron ya armas de fuego con varios tipos de cañones; las de retrocarga datan de la misma época; los revólveres, del siglo xvi; las llaves de pedernal semiautomáticas, del siglo xviii. Los cañones estriados ya existían en el siglo xvi. El gatillo a pelo aparece en las llaves de mecha y en los modelos posteriores.

    Las armas de fuego se han dividido siempre en tres tipos principales: pistolas, para hacer fuego con una sola mano; fusiles, para su manejo, con ambas manos; y cañones, para su utilización con apoyo. Los principios básicos de las armas de fuego continúan inalterables casi desde sus comienzos. Los progresos conseguidos en este campo se limitan a la perfección de la fabricación y la calidad de los materiales empleados.

    Hoy las armas de fuego son objeto de varias clasificaciones más. Asi se llaman: de repetición, aquéllas que vuelven a cargar mediante un mecanismo accionado a mano la munición almacenada en un depósito o cargador; semiautomáticas, cuando esta operación se hace automáticamente, utilizando por lo general un muelle recuperador; y automáticas, cuando efectúan la operación anterior seguida cada vez . de disparo al mantener oprimido el disparador, por lo que el tiro no se verifica entonces tifo a tiro, sino por ráfagas.

    Primeras armas de fuego empleadas en España. Las primeras armas portátiles de fuego, de efectos muy relativos, fueron: la lanza o tubo de hierro, las ballestas de trueno y el cañón o culebrina de mano. No se puede concretar la fecha exacta de su aparición en los campos de batalla; sólo puede decirse que antes que en Castilla se emplearon en Aragón y Cataluña y que ambos reinos las usaron en el siglo xiv. También puede asegurarse que en 1364 se fabricaron en Zaragoza con el nombre

    de ballestas de trueno. La primera noticia que se tiene de su empleo en Castilla se remonta a la época de Enrique III. En una descripción de la batalla de Ejea (1394) se le da el nombre de trueno de mano o cañón de mano.

    La culebrina se perfeccionó alargando la caja, pero, como resultaba muy pesada, se tendió a aligerarla y nació a mediados del siglo xv la espingarda, que se empleó en España durante el siglo xvi. La primera noticia de esta arma la encontramos en 1452 en el sitio de Palenzuela por Juan II. Existía un arma portátil más corta y de menor calibre denominada trabuco, con una variedad, el trabuco naranjero, de boca acampanada y mayor calibre, que se cargaba con postas.

    En el siglo xvi aparecieron la pistola, el revólver y el arcabuz. La invención de la llave de rueda en 1517 facilita el nacimiento de la pistola. En el siglo xvii ya eran famosas las de Plasencia. Felipe IV dotó a la caballería española de la pistola llamada tercerola. Los revólveres se construyeron a principios del siglo xvii de un solo cañón y tambor giratorio a mano, que en el siglo xix se hizo automático. El arcabuz, aparecido a mediados del siglo xvii en substitución de la espingarda, subsistió hasta principios del siglo xviii.

    Para más información ver: arma de fuego.
Actualizado: 23/02/2015
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